Marisol es la culpable de todo
Tenía 4 años y aún recuerdo la conmoción de aquella noticia. En familia, acostados en la cama con gavetas en la cabecera típicas del mobiliario de aquella época, nos reunimos para ver la retransmisión del evento. Era la primera vez que Puerto Rico le ganaba a Estados Unidos en algo y el orgullo patrio se sentía en el ambiente. Todos querían ver cómo fue, porque antes no se transmitía el evento en vivo. La mujer más bella del universo era una Boricua. Marisol Malaret era Miss Universo 1970. Aunque era un niño de pocos años, aun lo tengo grabado en mi memoria. En ese momento empezó a sembrarse la semilla de dos de mis grandes pasiones: la afición a los certámenes
y el amor a todo aquello donde estuviera representado el nombre de Puerto Rico. Eran los tiempos de Roberto Clemente, de Lucecita, de Nydia Caro. Fue en el 1974 cuando vi por primera vez en televisión en VIVO un Miss Puerto Rico. Este fue animado por el gran Luis Vigoreaux, ya era más grandecito y me enamore de Sonia Stege, Miss San Juan, ¡que belleza! Ahí comenzó mi racha de aciertos; luego Carmen Lorell Carmona, Elizabeth Zayas, María Del Mar Rivera, Ada Perkins, Tere López, Agnes Tañon, quien me hizo movilizar a medio mundo en un Hotel en la República Dominicana,
donde vacacionaba, para ver su participación en Miss Universo. La primera reina que vi en persona – como olvidarlo – nuestra Miss Mundo 1975, Wilnelia Merced Cruz. Por poco me deja el autobús de una gira escolar por quedarme embelesado siguiéndole por todo el viejo San Juan.
Coronas de cartón
Ahí comenzaron los certámenes de marquesina, con las réplicas de la corona de Miss Universe en cartulina y las cintas con mucha escarcha. Yo de animador y las vecinitas de candidatas. La única molesta era mi hermana pues, aunque siempre fue bella, yo siempre la dejaba de primera finalista para congraciarme con las amigas, así aseguraba que siempre quisieran jugar conmigo. Cuando no, las barbies de mi hermana con trajes fabulosos hechos por mami que era costurera y siempre estaban de punta en blanco; o muñecas pequeñas hechas a mano de plasticina eran las protagonistas de mis certámenes, con majestuosos escenarios con muchos escalones hechos con libros, enciclopedias y papel de aluminio…jajaja. No habían consolas de juegos electrónicos, pero no hacían falta; para divertirnos usábamos nuestro ingenio. Es que, aunque soy súper fanático y algo conocedor de temas deportivos, desde pequeño nunca pude hacer realidad el sueño de papi de ser pelotero. Así que de la práctica y la ejecución pase al análisis deportivo. Como no era bueno en los deportes por mi condición de asma y no podía jugar con los nenes del barrio , si no había que arrancar para el hospital, hacia todo aquello donde no tuviera que ejercitarme. Aprovechaba entonces que las amigas de mi hermana siempre estaban en casa para usarlas de reinas, nada mejor que un certamen para ver ganar a Puerto Rico. Créanme, era más divertido que jugar al Festival OTI.
Volviendo a los certámenes, llegaron los 80’s. Nunca olvidaré el impacto que Ana Santisteban causaba en mí, una dama en todos los sentidos. Compraba el periódico todos los domingos para leer su columna “Socializando”. Fue en el Miss Puerto Rico 1982, en mi pueblo de Juncos, donde tuve el honor de conocerla. Me escapaba todos los días de la escuela para llegar al estadio municipal donde se celebraría el certamen para ver los ensayos y como preparaban todo. El gran Eddie Ortiz, su esposo, me adoptó esos días, me la presentó y hasta pude compartir con ella gracias a él, acción que le agradeceré eternamente. Terminé participando en la producción del certamen, era uno de los ujieres que actuó en el “opening” que simulaba una fiesta patronal. Yo jugaba en una pica con una de las favorita Cynthia

González de Orocovis y luego abría la puerta de la limosna que traía a las finalistas al escenario a responder la pregunta final. Gracias e eso pude asistir a la fiesta de coronación de la ganadora, mi compueblana Lourdes Mantero, en Palmas del Mar. ¿Alguien recuerda a mi alcalde Cesar Torres llorando? En el show de Cucho Avellanet, el y Awilda Carbia, que era magistral imitando a Ana, los parodiaron. Deben haber batido todos los ratings de la época, jajaja.
Tres años después llego Deborah Carthy y el primer “cassette” de VHS que compré para grabar un certamen. Hice que me llevaran a casa de mi tía que era la única que tenía una máquina de videos, porque quería grabar cuando ganara. Tenía esa corazonada y para bien se convirtió en otra predicción cumplida. Me emocione más que Johanna Rosaly, quien moderaba la transmisión. Yo ya me sentía un experto. Desde entonces se convirtió en una tradición reunirnos con la familia y amigos a ver el Miss Puerto Rico y Miss Universo todos los años. Entre pronósticos, la emoción de ver la competencia lo que más nos disfrutábamos era ver y escuchar a Ana Santisteban, ¡ay! aquellas entradas magistrales, siempre elegantísima con mínimo 10 bailarines ayudándola a subir y bajar escaleras y sus anuncios de auspiciadores, sus intervenciones con los invitados y sus abanicos eléctricos de mano. ¡Fabulosa!
Mientras, la familia comenzaba a crecer con la primera princesa de la casa. Siempre rodeado de belleza, pues si de algo siempre he alardeado es de la hermosura de las mujeres de mi familia, las Reinas de mi casa. Imagínense, la nena de Tío, preciosa, picoreta y coqueta. Cuando amamos los certámenes, quien no sueña con una hermana, hija o sobrina para que sea modelo o reina… creo que todos. Jejeje. En el 1993, la cenicienta boricua, Dayanara Torres, se coronaba como MU y nos enseñaba en esos tiempos que se puede soñar siendo una adolescente sin
recursos y experiencia. Luego, con tristeza, en el 1995 se cerró la época de Ana Santisteban en MU con mi reina favorita Desiree Lowry. Triunfos que influenciaron la historia que me ataría a esto para siempre. Primero el Miss Puerto Rico Teen 2000, donde la sobrina fue finalista. Wow…que difícil este ambiente. Que mucho aprendimos. No es lo mismo ver desde afuera que ser parte del
proceso. Nunca imaginé cuanto trabajo había detrás de estas niñas. Desde entonces comencé a tener una visión más grande de todo. A parte de fan, me convertí en admirador de estas chicas. Para mí fue debut y despedida. Al poco tiempo, veía una joven hermosa y sencilla coronarse en su patria, MU 2001, Denisse Quiñones, nuevamente los ojos del mundo sobre mi amado Puerto Rico… ya somos una potencia. Ese furor contagio como a muchas a mi reina y ¿Saben que paso? La despedida de mi sobrina no se dio, yo que en serio me lo creí.
El Tio de las Reinas
Un día llego la nena de Tío y me dijo voy para el Petite. Mi respuesta fue: “Cooomo, pues vas sola mi amor porque después de la experiencia anterior sabes que no hay $$$ para eso. Si quieres es mejor esperar un poco más ” y la niña me dijo: “ya aprendí, auspiciadores Tío, auspiciadores. Siento que este es el momento, mi momento Tío, si no lo haré sola” Padre amado, como decirle que no, imposible. Ella estaba muy clara en lo que quería. Cuando eso pasa amigos hay que seguir el corazón. Además, imposible no vivir esta experiencia mano a mano apoyándola si yo lo deseaba tanto como ella. Mi único dolor era que no midiera 4” pulgadas más para que me hubiera dicho voy al Miss Puerto Rico, jejeje. Comenzamos pues, el camino fue uno lleno de sacrificios, dedicación, tristezas, desilusiones, esfuerzos pero el acompañarlo con humildad, honestidad, dignidad y respeto nos permitieron alcanzar la meta. Mi princesa se convertía en reina, la sobrina del que todas las amigas y candidatas y hasta estilistas y staff llamaban llamaban Tío, ganó el Miss Puerto Rico Petite 2003 y luego la acompañe a Cánada de donde regresó como Miss Global Petite 2003. El orgullo indescriptible. Fue la primera y única vez que pertenecí al equipo de una reina. Ella será mi reina eterna, como mi mamá, mis hermanas y la nueva princesa de la casa, Laila Sofía… ya presiento lo que me espera y no quiero pensar en eso ahora, jajaja. Yo perdí desde entonces mi nombre. Ya no era José o Joselo como me llaman mis amigos a quienes amo, desde entonces para todos soy Tío y ¡se siente rico!
Una era de foros digitales y un respeto que ganar
Aunque comprendí con esas experiencias lo difícil de este ambiente, entendí que lo más importante es que son un vehículo para que nuestras jóvenes desde temprana edad aprendan a trabajar por aquello que sueñan. Es mucho lo que hay que hacer; aparte del físico que es lo que esta a la vista hay que trabajar con buena alimentación y ejercicios, cuidado de la piel, cabello, clases de maquillaje, es necesario pulirse en etiqueta, protocolo, pasarela, clases de dicción, modulación de voz, estudiar sobre historia de tu pueblo y país, leer sobre temas de actualidad, conocer su trasfondo para entenderlos, fogueo de preguntas, clases de proyección, talleres de motivación y autoestima, vestuario de actividades y competencias, fotos y más importante aún como trabajar con los medios y las compañeras de competencia. Lo más difícil es buscar auspiciadores para todo esto. Lo más importante es que toda esta preparación y experiencias vivirán con ellas para siempre. Es fundamental que en el proceso valoren cada paso y se disfruten estas vivencias. Aprendí que no importa las situaciones que rodean la consecución de una meta de este tipo, lo importante es que aún podemos promover entre las jóvenes, sus familias, amigos y equipos los principios de sana competencia, respeto y lealtad que siempre acompañan a las personas que alcanzan con honestidad el éxito. El verdadero, ese que se gana limpiamente.
En una época dominada por la tecnología, redes sociales, foros, etc. han cambiado las dinámicas de los certámenes. Los ejemplos de cómo todo comenzó a ser diferente se inicia a en los primeros años de este nuevo siglo. Antes nos enterábamos de todo por la prensa. Había que comprar el periódico y solo los noticiarios nos hablaban de las favoritas y de cómo iba desarrollándose el certamen. Ahora no hay que esperar, ya sabemos cómo va todo día a día incluso antes de que lleguen las chicas a la sede a comenzado la competencia. El internet cambio todo y el factor psicológico es otro elemento importante. Al día siguiente de elegida la nueva reina, ya se habla de las favoritas del próximo certamen. Las redes viven y promueven la competencia con estilos muy variados. Todas esas nuevas emociones cibernéticas las vivimos con Alba, Cynthia y luego cuando llego la quinta como le llamaban, Zuleyka Rivera, MU 2006 y su perrería que cambio como son las reinas Boricuas desde entonces. Las redes y los foros se convirtieron en el lugar de celebración perfecto. Hoy día las redes son un campo de batalla. Si mi Ana llega a estar viva, ¡ay virgen santa! Yo lo acepto, como todos, igual me contagié. Como fanático al fin, visito estos medios donde conocemos y compartimos con amigos virtuales opiniones, noticias y el desarrollo de cada certamen con la ayuda de las páginas especializadas. Es difícil, como forista y opinando en las redes, no dejar que la pasión de la competencia nos atrape. En lugares donde se puede decir lo que sea de forma anónima y donde pocos lo hacen con sus nombres, comentar adquiere otra dimensión. Por el amor hacia este entretenimiento aunque reconozco que es difícil, siempre me tracé la visión de mantener en mis comentarios, análisis y opiniones, la mayor objetividad posible y el propósito de tratar con respeto a cada candidata, promotor, equipo, director y fanático. Sé que se siente, como se vive, más que el típico fanático tengo una reina en mi casa.
Agradezco que, después de muchos años, Joselo el Tío, Joselo el forista, José el que comenta mucho en las redes, se ha ganado el respeto y cariño de quienes le conocen y de quienes le leen. Aun teniendo diferencias, aun teniendo visiones distintas con algunos, aun siendo muy opinionado como me dice mi reina, la prudencia, mesura, objetividad, el saber perder, el creer en el sistema, el no suponer, el ser justo cuando abro la boca, el ser claro, el apoyar a toda chica que lleva a Puerto Rico en su pecho, me ha ganado muchos amigos. Al final lo más importante: la convicción de saber que por encima de mis opiniones están los sueños de sobrinas, hijas, familiares, amigas que son la razón de ser de todo este movimiento.
¿Saben qué? Aquí esta Tío para ser un vehículo donde podamos hablar, compartir y promover sus vivencias, metas y sueños. Que viva la juventud y la belleza de nuestras reinas Boricuas, latinas y de todos los confines del planeta.